Vuelve Tom Hanks a interpretar al simbologista Robert Langdon en esta película dirigida por Ron Howard. Es como una segunda parte de la poco convincente y exageradamente polemizada "El Código Da Vinci"(2006) también basada en el correspondiente libro escrito por Dan Brown.
Esta vez los malos de la película son los Illuminati, una sociedad secreta adoradora de la ciencia y enemiga del catolicismo. Langdon tendrá la misión de descifrar las claves dejadas por los Illuminati en toda la ciudad del Vaticano, evitar la explosión de la bomba antimateria y salvar a la Iglesia que no le deja entrar a los archivos del Vaticano, a los cuales quiere entrar sólo para terminar su libro.
Aunque mejor que la anterior es una película que no sale bajo ninguna circunstancia de lo convencional. Incluso con los giros dramáticos finales se siente un poco larga, el tema de las maldades de la Iglesia ya esta muy manoseado y tampoco se trasluce nada nuevo ni revelador. Peor aún, no han faltado quienes señalan que muchos de los lugares, personajes y contextos históricos mencionados son rigurosos al estilo Indiana Jones. En fin, tampoco se esperaba mucho más que entretenimiento Hollywoodense. Dos estrellas.
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